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Más del 80 % de las personas contraerán VPH en su vida

Este tipo de cáncer es uno de los pocos que puede prevenirse mediante una vacuna; sin embargo, continúa causando la pérdida de más de 300.000 vidas femeninas al año en todo el mundo, muchas de ellas mujeres jóvenes.

El virus del papiloma humano (VPH) es una infección viral común que se transmite principalmente por contacto sexual y puede causar verrugas genitales y varios tipos de cáncer, incluido el de cuello uterino.

El virus del papiloma humano (VPH) es una infección viral común que se transmite principalmente por contacto sexual y puede causar verrugas genitales y varios tipos de cáncer, incluido el de cuello uterino.

Por Abigail Sanchez

5 junio, 2025

Cuando una madre piensa en proteger a su hija, lo primero que le viene a la mente es cuidarla de peligros visibles: accidentes, malas compañías, redes sociales. Pero hay amenazas silenciosas que pueden llegar sin avisar y dejar huellas mucho más profundas. Una de ellas es el virus del papiloma humano (VPH), el principal causante del cáncer de cuello uterino.

¿Qué es el VPH y cómo se previene?

El VPH es un virus de transmisión sexual extremadamente común. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que más del 80 % de las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de su vida. La mayoría lo elimina naturalmente, pero en ciertos casos, especialmente cuando se trata de tipos de alto riesgo (como el 16 y el 18), puede producir lesiones en el cuello uterino que, si no se detectan ni se tratan a tiempo, pueden evolucionar a cáncer.

Existe una vacuna segura y eficaz que puede prevenir hasta el 90 % de los casos de cáncer de cuello uterino. Lo ideal es aplicarla antes del inicio de la vida sexual, entre los 9 y 14 años, tanto en niñas como en varones. Sí, en varones también: porque el VPH no solo afecta al cuello uterino, sino que también puede causar verrugas genitales, cáncer anal, de pene y de garganta.

La vacuna contra el VPH se recomienda idealmente entre los 9 y 14 años, antes del inicio de la actividad sexual, para asegurar una protección eficaz.

La vacuna contra el VPH se recomienda idealmente entre los 9 y 14 años, antes del inicio de la actividad sexual, para asegurar una protección eficaz.

Lamentablemente, muchas madres postergan esa decisión por desconocimiento o por prejuicios. Creen que hablar de una vacuna contra un virus sexual en la niñez es prematuro o “inapropiado”. Pero es todo lo contrario: es un acto de amor y de anticipación. Vacunar a una niña de 11 años no es hablarle de sexo. Es enseñarle, sin decirlo, que su salud importa.

Además de la vacuna, el control ginecológico sigue siendo clave. A partir de los 25 años, toda mujer debe realizarse estudios como el Papanicolau o el test de VPH, según las recomendaciones de su país. Estos exámenes permiten detectar lesiones precancerosas a tiempo, incluso en mujeres que ya fueron vacunadas, porque ninguna vacuna cubre el 100 % de los tipos virales.

Lo importante es entender que el cáncer de cuello uterino no aparece de un día para otro. Es una enfermedad lenta, que da señales, y que, si se detecta a tiempo, puede curarse por completo.